Este aparatejo-rascador-mueble-árbol-juguete se lo construyó Ricardo a Chida cuando ella recién llegó a la casa. Pero el aparatejo solo era un tronco para rascar hasta hace un par de meses, cuando se nos ocurrió hacerle la mejora tablita-con-peluche. Como son los gatos, apenas se le entregó la obra a la Chida no le gustó, lo ignoró y el pobre constructor quedó con la desilusión y la pena de hacer un trabajo para nada. Caso perdido fue forzarla a subirse. Finalmente, después de casi dos meses de ignorarlo la quisquillosa decidió que sí que el lugar sí era chido. Y nosotros felices.
viernes, 30 de mayo de 2008
El trono de la reina
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1 comentario:
jajajjaja, tan bella!
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